El desayuno fue increíble con productos frescos, pero la cena en el bistró no alcanzó nuestras expectativas. Además, hay opción de alquiler de bicicletas para explorar.

El hotel tiene una decoración hermosa que combina un estilo rústico y moderno. La habitación era amplia y luminosa, con una terraza privada para disfrutar del entorno. Además, la cena en el restaurante de Andreu Genestra fue espectacular, un verdadero placer gastronómico.

No hubo aspectos negativos que destacar.

Este lugar me encaja perfectamente. Tienen Wi-Fi, una piscina al aire libre y un servicio de 24 horas. Recuerdo que en mi primera estancia, el personal me ayudó con un check-out tardío. Sin duda volveré para una escapada romántica.

un remanso de paz y naturaleza maravillosa

hermosa piscina, variedad excepcional en el desayuno

aire acondicionado ruidoso

La experiencia fue increíble, especialmente el desayuno exquisito con productos locales y el servicio atento y cálido. Me encantó la tranquilidad, incluso superó las fotos. Definitivamente regreso.

El hotel combina un estilo rústico con un toque moderno, lo que lo hace muy acogedor. Nos encantó la piscina exterior, perfecta para relajarnos bajo el sol, y el ambiente tranquilo del lugar. Mis hijos disfrutaron explorando el entorno, mientras que mi marido y yo tuvimos una cena excelente.

A mis hijos les habría encantado tener más actividades recreativas.

El personal muy atento y amable, la habitación hermosa con terraza privada, la cena en el restaurante de Andreu Genestra es una experiencia gastronómica inolvidable.

Comida fría

increíble, increíble, increíble

Amigos, tuve una experiencia maravillosa! La piscina exterior es un verdadero paraíso, perfecta para relajarse bajo el sol. Me encantó que el Bistro Senzill ofrece platos que son como arte al paladar, ¡cada bocado es para chuparse los dedos! Y no olvidemos el acceso gratuito a bicicletas, lo que hizo que explorar la costa fuera un juego de niños.

lo puedo recomendar 😊❤️

Una experiencia excepcional llena de detalles encantadores

Disfrutamos de una estancia maravillosa en una casa mallorquina reformada con buen gusto y sin perder su esencia. La habitación era amplia, luminosa y contaba con una decoración rural estilosa, perfecta para relajarse. Además, la cena en el restaurante de Andreu Genestra fue sublime, con un servicio atento que realmente nos hizo sentir especiales. La única mejora que sugeriría sería ampliar la carta del bistró para tener más opciones. Sin duda, volveremos a vivir esta experiencia.

El hotel tiene una decoración elegante y minimalist, con un ambiente tranquilo que invita a relajarse. Adicionalmente, ofrecen bicicletas para explorar la zona.

Fue maravilloso, no tengo ninguna razón para quejarme.